jueves, 1 de septiembre de 2011



El uso de robots fuera de las aplicaciones industriales desde hace varios años ha comenzando a mostrar un gran avance en el aporte de soluciones para muchas necesidades que el hombre tiene y que van creciendo día tras día en busca de una mejor forma de vida, mejorando el desarrollo de la sociedad en todos los campos en que exista la posibilidad de robotización. Y de esa necesidad nace una nueva era para el sector agrícola, la era de los robots agricultores, o porque no decirlo, la era de los androides granjeros. Suena un poco fuerte el hablar de androides, pero con ello desde nuestro punto de vista queremos destacar que los robots no son un reemplazo de los humanos, sino herramientas, máquinas y sistemas que nos pueden servir para mejorar en muchos aspectos de nuestra vida. Hace décadas parecía un sueño, pero hoy es posible que un robot pueda realizar tareas propias del hombre. Su empleo en el caso de la agricultura, específicamente en los invernaderos, abre amplias posibilidades productivas, sobre todo en países donde la escasez de mano de obra es un problema. Así podemos observar robots que cosechan, cortan o aplican riegos con una precisión que, incluso, supera la mano del hombre. La aplicación de la robótica en ámbitos diferentes del industrial se remonta a 20 años atrás, el concepto de robóts de servicio no apareció hasta 1989 en el que Joseph Engelberger publicó el libro "Robotics in Service". Un robot de servicio es un robot que opera de manera semi o totalmente autónoma para realizar servicios útiles a los humanos y equipos, excluidas las operaciones de manufactura (según la Federación Internacional de Robótica, el IFR). Las aplicaciones de los robots de servicio se podrían clasificar.

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